Después de dos días de duro entrenamiento a bordo de la nave Grad Sviazhsk, Anna y Pável pueden probarse en la navegación. Dada su experiencia como conductores en el denso tráfico de Moscú, Anna está convencida de que manejar un barco será de lo más fácil. Aun así, las maniobras no salen según lo previsto: Anna se marea en mar abierto y teme que Pável haya estropeado el barco.