El destino estaba escrito para estos 8 hermanos de Cheliábinsk que de pronto se quedan sin padres: el orfanato. Pero Kristina, la hermana mayor, no se resignó, logró ganarse la confianza de las autoridades y obtener su custodia, pese a no cumplir con los requisitos. Tras este hito comienza la construcción de un nuevo hogar donde la disciplina y la organización se dan la mano con el espíritu más fraternal y solidario. Todos saben cuál es su papel y cuál es el objetivo: mantener la familia unida.