Durante décadas las películas de Hollywood han tenido en Los Ángeles un plató al aire libre con grandes mansiones y coches deportivos. Hoy en día ya no hay tanta gente joven, guapa y con dinero en sus calles, pero sí muchos mendigos e indigentes acampando en sus aceras. Personas hasta hace poco de clase media que se vieron obligadas a elegir entre comer o tener un techo. El desorbitado precio de alquilar una vivienda en la ciudad ha convertido un bien de primera necesidad en un bien de lujo.