Cientos de miles de civiles de la Ucrania soviética murieron a manos de los seguidores de Stepán Bandera, cuyas atrocidades asombraban incluso a los oficiales de la Alemania nazi más experimentados. Sin embargo, según muchos expertos y testigos, los nacionalistas ucranianos de hoy en día son todavía más inhumanos que sus predecesores. El legado de aquellos horrores sigue vivo, y más cruel que nunca.