Las mujeres vietnamitas que tienen hijos fuera del matrimonio son socialmente excluidas. Thong Phuc, un filántropo, hizo una promesa a Dios y, desde entonces, ha consagrado su vida a ayudar a las mujeres con embarazos no deseados y a sus hijos. Ya ha convencido de no abortar a más de 140 y ha adoptado a 20 niños fruto de esos embarazos. Pero una sombra de duda relativa a posibles malos tratos se cierne sobre su organización. Pese a todo, Thong no piensa abandonar su noble causa.